Como terapeuta, acompañas a personas en sus procesos emocionales, físicos y energéticos. Sin embargo, en muchas sesiones, puedes sentirte sobrecargado, confundido o incluso agotado sin una razón aparente. Esto podría indicar que estás absorbiendo energía, emociones o problemas que no te pertenecen. Aprender a proteger tu energía y diferenciar lo que es tuyo de lo que es del otro en una sesión es fundamental para tu bienestar y el de tus clientes.
¿Por qué es importante establecer límites energéticos en una sesión?
Cuando no estableces un límite claro entre tú y tu cliente, puedes terminar cargando con sus emociones, lo que afecta tu claridad, tu energía y hasta tu salud emocional. Esto puede manifestarse de varias maneras:
- Sensación de agotamiento extremo después de una sesión.
- Cambios de humor inexplicables que aparecen tras trabajar con ciertos clientes.
- Dolores físicos o tensiones que no tenías antes de la sesión.
- Dificultad para desconectar y pensar constantemente en lo que tu cliente está viviendo.
Reconocer estas señales es el primer paso para aprender a diferenciar lo que es tuyo de lo que es del otro.
Estrategias para mantener una energía clara en las sesiones
1. Observa tu estado antes y después de la sesión
Antes de cada sesión, tómate un momento para hacer un escaneo rápido de tu estado físico y emocional. Pregúntate:
- ¿Cómo me siento en este momento?
- ¿Qué emociones predominan en mí ahora?
- ¿Tengo alguna tensión o malestar físico?
Al finalizar la sesión, repite este ejercicio. Si notas cambios significativos que no tienen explicación, podría ser que hayas absorbido algo del cliente.
2. Usa la respiración y la visualización
Un ejercicio simple pero poderoso es visualizarte dentro de una burbuja de luz antes de comenzar la sesión. Imagina que esta burbuja protege tu energía como si fuera un escudo y solo permite que fluya lo necesario para acompañar al otro sin que entre nada y sin absorber su carga emocional.
Otra técnica útil es la respiración consciente: inhala profundamente mientras imaginas que te llenas de luz y exhala soltando cualquier tensión o emoción que no te pertenezca. Esto te ayuda a mantener tu espacio energético limpio.
3. Establece una intención clara
Antes de empezar, puedes repetir una afirmación como: «Acompaño desde la empatía y el amor, sin cargarme con lo que no me pertenece». Esto ayuda a programar tu mente y energía para mantener límites saludables.
También puedes escribir tu intención en un papel y leerla antes de cada sesión, reforzando tu compromiso con tu propio bienestar.
4. Ten un ritual de cierre
Después de cada sesión, realiza un pequeño ritual para liberar cualquier energía acumulada. Algunas opciones son:
- Lavar tus manos con agua fría.
- Sacudir suavemente tus brazos y piernas.
- Tomar unas respiraciones profundas y visualizar que devuelves al cliente lo que es suyo.
- Usar una piedra o cristal protector como la turmalina negra o el cuarzo ahumado para absorber cualquier energía residual.
5. Trabaja en tu propio autocuidado
Cuanto más centrado y equilibrado estés, más fácil será diferenciar tu energía de la de los demás. Prácticas como la meditación, el ejercicio y el descanso adecuado te ayudarán a fortalecer tu propia energía.
También puedes recurrir a sesiones de terapia o supervisión profesional para liberar cualquier carga emocional que puedas haber acumulado con el tiempo.
El poder de una comunidad de apoyo
En Atha Center, creemos en la importancia de rodearte de otros profesionales que entienden estos desafíos. En nuestra comunidad, compartimos herramientas, experiencias y espacios de aprendizaje que te ayudan a fortalecer tu energía y tu práctica terapéutica.
Si buscas un lugar donde crecer, compartir y aprender con otros terapeutas, Atha Center es para ti. Contáctanos aquí y descubre cómo podemos acompañarte en tu camino profesional. .
Reflexión final
Proteger tu energía en sesiones y diferenciar lo que es tuyo de lo que es del otro es una habilidad clave para cualquier terapeuta. Al establecer límites claros y mantener un buen autocuidado, puedes seguir acompañando a tus clientes con energía, claridad y bienestar. Recuerda: solo puedes sostener a otros si tú también estás equilibrado.